Remembranza


TÍTULO: "Remembranza"
AUTOR: Mayra Santos
E- mail: mayelo735@hotmail.com
"Cuando la mar pierda su fuerza, cuando el horizonte no ofrezca descanso, 
cuando el destino se ría en tu cara, cuando la esperanza ya no tenga 
cabida, cuando el dolor sea ya insoportable, cuando la duda reine en 
tu alma. Solo tienes que pronunciar mi nombre, y al girar el rostro me 
encontraras. Porque contigo he estado y siempre estaré. Aunque la vida 
quiera separarnos. Lo que existe entre nosotros nunca morirá ni podrá 
ser destruido. Es la fuerza que nos une y nos permite seguir. Y aunque 
ninguno pronuncie su nombre. Ambos sabemos que es amor."
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Apartamento de Dana Scully
Domingo
01:23 de la Mañana.

Mulder se movió inquieto, murmurando algo entre sueños, aunque no podía 
descifrar que.
Shhh. Tranquilo Mulder, no te agites. Todo esta bien.
Scully volvió a arreglar las sabanas y comprobó que su temperatura no fuera 
demasiado alta. 
"Treinta y ocho grados. No es por fiebre por lo que deliras." 
Se recostó nuevamente en la silla que tenía al lado de la cama. Cerro los 
ojos y trato de dormir, pero sabía que no podría mientras el no estuviera 
tranquilo."¿En que te metiste esta vez, Mulder?, ¿ Que nuevo juego 
intentaron contigo? ¿Porque no dijiste nada?". 
No debía extrañarle. No decirle nada era una costumbre en él. Aunque 
desde que volvieron de la Antártida, él se había vuelto mucho más cariñoso 
y relajado con ella. Algo le ocultaba, eso bien lo sabía. Pero hacia ya 
tiempo que se había dado cuenta que no siempre le informaba todo lo que 
descubría. No era por desconfianza, solo era... su manera de protegerla.
Pero ella tampoco era totalmente sincera con sus descubrimientos. Aún no 
le hablaba de cómo murió Garganta Profunda, ni lo que dio a cambio de su 
vida. O de su encuentro con aquel misterioso hombre de color, o el hombre 
bien arreglado que conoció en el funeral del padre de Mulder. Ni mucho 
menos de esas pequeñas criaturas que corrieron alrededor de ella en aquel 
viejo hangar abandonado. No le dijo de sus visiones con Emily o con 
aquella criatura que decían era un ángel.
Nada de esto le había dicho. Estaba segura que había aún más cosas que 
él le ocultaba. Como cuando le informo al doctor que ella era estéril 
porque le robaron los óvulos. Eso casi la deja en shock. ¿Cómo lo sabía?
 Eso no importaba. No lo dijo hasta que fue necesario. ¿Cuántas más cosas 
podría ocultarle que le afectaran directamente? Solo Dios podría decirlo.
Dios. Esa palabra no recordaba haberla oído de sus labios. No en forma 
de convicción. De fe. Debía ser difícil mantener la fe cuando has visto 
tanto. Cuando crees en tantas cosas y te ha sido arrebatado aquello que 
más querías.Mulder era un cúmulo de contradicciones que la desconcertaba. 
no sabía como describirlo. Solo era... extraño. Le apodaban Siniestro. 
Pero el apodo no le gustaba. Mulder no era siniestro, era... enigmático, 
profundo, entregado totalmente a su trabajo, un hombre con una misión,
una misión casi tan extraña como él. Encontrar la verdad. Aunque la verdad 
fuera aún más extraña que la fantasía más alocada. Lo curioso es que su 
búsqueda de la verdad poco a poco la había envuelto y aunque sabía que
no era lo mismo que ella buscaba, no podía decir cuál era su razón de
seguir. Tal vez saber por que fue colocada en ese juego mortal. Por qué 
la habían usado. Tal vez solo era saber si él había tenido razón todo 
este tiempo. O saber que estaba equivocado y ver que no estamos a merced 
de un grupo de conspiradores y asesinos. O el solo poder estar junto a 
él al final del juego y ver como conseguía lo que había buscado todos 
estos años."Samantha."
Casi como un gemido Mulder pronuncio este nombre.
Samantha. Ultimamente él era un poco más reservado en cuanto a su 
hermana. No lo había escuchado volver a decir su nombre. Además cada vez 
que lo había pronunciado parecía una herida que volvía a abrirse. Una 
herida jamás sanada. ¿Cómo puede sanar una herida si ni siquiera sabes 
por que te la hicieron? Ella era su cruzada, su razón de seguir. Todo 
lo que él anhelaba se resumía en ese nombre. Aunque esa búsqueda 
desesperada por saber por qué se la llevaron lo condujera a la muerte.
¿Cuantas veces habían estado al borde de la muerte? Muchas. No podía 
recordarlas todas. Parecía un baile mortal, en el que, al final, alguno 
de los dos tendría que pagar el precio. 
Pero ese juego macabro no parecía tener fin. Se preguntaba si al final 
la muerte se cansaría de que bailaran con ella y lo terminaría todo de 
una sola vez.Un escalofrío la recorrió al pensar en la muerte. No la suya, 
ya había estado cerca y eso la había dejado marcada. No era su muerte 
la que le preocupaba. Era pensar en que a Mulder le pudiera ocurrir algo. 
Pensar en un mundo sin él. Sin su sonrisa, su pasión, su intensa mirada. 
Ese gesto resuelto que adoptaba cuando iba tras alguna de sus cruzadas, 
cuando intentaba convencerla, cuando la instigaba con sus locas teorías... 
Cuando la necesitaba. Esa manera de hacerla estremecer con un simple 
toque de su mano..."Detente" 
Debía detenerse, no dejar que esas sensaciones lograran salir a flote.
"No entres allí, podrías no poder salir". 
Era una forma fácil de evitar sentir, de no permitir que su corazón 
tomara las riendas por una sola vez.
Demasiados. Demasiados pensamientos se arremolinaban en su mente. Ese 
era un defecto que siempre había tenido. El que un pensamiento la llevara 
hacia otro, y otro, y otro. Sin dejarla descansar jamás. Temía que entre 
tantos pensamientos se colara alguno que no deseaba, un recuerdo... algo 
que la obligara a encarar lo que sentía por él y que no estaba dispuesta
a admitir."Te amo" 
Dos palabras que había pronunciado ese día en el hospital. Dos palabras 
que la produjeron como un golpe en el estómago. Dos palabras que no 
quería recordar, pero que llevaba grabadas a fuego en el corazón. Eso 
y el recuerdo un roce, un simple roce de sus labios.
Mulder volvió a murmurar distrayéndola de sus pensamientos. Seguía 
nquieto.
"Samantha... No fue mi culpa... Te busque, lo juro... Perdóname..."
Mulder empezó a gemir y llorar, revolviéndose entre las sábanas. Algo 
había sucedido la noche anterior. De eso estaba segura.
"Tranquilo, no te agites, tranquilízate."
Scully no podía contenerlo, estaba sumamente agitado. Se dirigió 
rápidamente hacía un cajón de su cómoda, del que saco una pequeña 
ampolleta con un líquido ambarino.
"Tranquilo Mulder" - decía en tanto preparaba la jeringa para inyectarlo
"Te daré algo para que te calmes. No te preocupes. Voy a cuidar de ti."
En su delirio, Mulder se levantó torpemente de la cama y se dirigió a la 
puerta. 
Al verlo avanzar, Scully intento detenerlo.
"¡Por Dios Mulder! No puedes levantarte, no estas bien."
Él era más fuerte que ella, así que la empujo violentamente hacia atrás. 
Scully tropezó con la cama y cayó, rompiendo la jeringa, al estrellarse 
en el piso.
"¡Mulder!"
Al girarse vio que no tenía porque preocuparse. Mulder había consumido 
en este arranque febril las pocas fuerzas que le quedaban y se desplomó 
junto a la puerta totalmente inconsciente. Scully empezó a levantarlo 
torpemente, luchando por llevarlo a la cama.
"Te dije que iba a cuidarte. Nunca me haces caso."
Lo acomodo nuevamente entre las sabanas. Preparó otra jeringa y lo 
inyectó. Mulder empezó a respirar pausadamente, mucho más relajado, 
mientras el sedante 
comenzaba a hacer efecto. 
Scully se acurrucó nuevamente en la silla. Observó el reloj. Marcaba las 
tres y media de la mañana. No era la primera vez que Mulder le robaba 
parte de su noche. Cerró los ojos, realizando un rápido cálculo mental.
"Debo llevar cinco horas cuidándote. Con estas supongo que ajusto casi 
una semana, si reúno todas las veces que lo he hecho"
Observó su rostro bañado por la luz de una hermosa luna llena. ¿Cuantas 
veces se había repetido esta situación? Siempre alguno de los dos estaba 
cuidando al otro. Ya fuera en el hospital, en el departamento o en 
cualquier otro lugar. Pareciera que sus vidas siempre estuvieran al filo 
de lo permitido, lo seguro. Pero ya no podían retroceder. Sabía que 
Mulder no pararía hasta encontrar la verdad. Su verdad. Cualquiera que 
esta fuera. Lo que le permitiera seguir adelante, justificar su 
existencia."¿Hasta donde te arrastrara esto Mulder? ¿Hasta cuando? 
Hemos estado tan cerca tantas veces, y se nos escabulle, como arena 
entre los dedos"La verdad. A veces pensaba que era como querer atrapar 
un unicornio. Esa palabra se había vuelto lo mismo que una utopía. Algo 
inalcanzable.La verdad. ¿Pero que era la verdad para ella? A estas 
alturas no podía definirlo bien. Solo sabía que ya se había convertido 
en su propia cruzada. Esa búsqueda continua por saber. El porqué tuvo 
cáncer, cual fue la razón de que la eligieran, quién mato a Melissa, 
porque conoció a Emily... Tantas preguntas y ninguna respuesta, por lo 
menos ninguna que la pudiera satisfacer. A pesar que se negaba a 
admitirlo, en ese momento dentro de su corazón había una 
única verdad. Y esa verdad estaba durmiendo en su cama.Se acerco a él y 
acaricio suavemente su cabello, como a un niño. No importaba lo que dijera 
o hiciera, siempre regresaba a ella. "Te necesito" le había dicho. 
"No quiero hacer esto sin ti. No sé si podré hacerlo". Hasta ese momento
ella no había entendido hasta donde estaban unidos, ni que tan 
importantes eran el uno hacia el otro. No parecía que hubiera alguien 
que pudiera separarlos ya...
- Diana.
Scully sintió como si alguien le hubiera quitado su punto de apoyo. 
Ese nombre. Cada vez que ella creía que estaban unidos surgía ese nombre. 
Como un fantasma del pasado que se negara a desaparecer. Diana Foley. 
¿Qué tenía tan cegado a Mulder que no se daba cuenta que esa mujer no era 
de fiar? Él era un perfecto paranoico, pero con ella no parecía tener 
ese problema.Y disgustada, sin querer reconocer el gusanillo de los 
celos, volvió a su silla, dispuesta a dormir de una vez, y espantar 
esa noche llena de extrañas remembranzas del pasado.
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5:45 A.M.
¡¡¡Ring!!! ¡¡¡Ring!!! ¡¡¡Ring!!!
Scully despertó sobresaltada. Su teléfono estaba sonando insistentemente. 
Un poco desganada miró el reloj antes de contestar.
"Scully."
"¿Has visto a Mulder?"
"¿Frohike?"
"Necesitamos saber si lo has visto."
"Sí... Esta aquí. Por Dios, ¿te has dado cuenta de la hora que es?"
"Me alegra que este contigo. Estabamos muy preocupados por él"
"¿Puedes decirme que está pasando?"
"No habíamos sabido de él en las últimas 30 horas, pensamos que podía 
haberle sucedido algo... de nuevo."
"¿Por qué pensaron eso? ¿Acaso saben en que andaba?"
"¿No te dijo nada?"
Antes de poder contestar escuchó voces apagadas por el teléfono.
"¡Por Dios, dame eso! Pareces no saber con quién hablas."
"¿Byer?"
"Hola Scully. Perdona la intriga, sólo es que estamos algo angustiados, 
es todo."
"¿Me puedes explicar que ha pasado?"
"¿Por qué susurras?"
"Mulder está dormido, no quiero despertarlo."
"¿Esta herido?"
"No... Byer habla de una vez."
"De acuerdo. Mulder vino anoche, bueno realmente antenoche. Estaba un 
poco extraño. No como de costumbre. Parecía agitado por alguna razón. 
Pero no quiso decir nada. Nos pidió unos lentes de visión nocturna y 
algunas claves de acceso."
"¿De algún lugar en especial?"
"No. Para abrir puertas electrónicas. Le entregamos un decodificador 
para claves numéricas. Luego se fue, tan rápido como llego."
"¿Nada más? ¿No les dijo a donde se dirigía?"
"No es su costumbre. Sólo mencionó algo acerca de Samantha. Sobre que esos 
lentes le habrían hecho felices cuando jugaban a las escondidas. No nos 
pareció extraño. Mulder siempre habla de esa manera."
"Tienes razón."
"¿Cómo llego a tu casa?"
Antes de poder responder, unos golpes la sobresaltaron.
"Tocan a la puerta. Los llamaré después."
Scully colgó el auricular, tomo su arma y se dirigió con cuidado a la 
puerta. Al ver por la mirilla retrocedió extrañada. Guardo el arma y 
abrió con cautela. Sin darle tiempo a pronunciar palabra dos hombres 
entraron en su departamento.
"¿Director Skinner? ¿Bill?"
"Hola Dana."
"Agente Scully, buscamos al agente Mulder. ¿Se encuentra aquí?"
Scully tragó saliva. Sabía que no podía mentir.
"Así es señor" - Vio de reojo a su hermano, un poco avergonzada. 
"Se encuentra en mi habitación."
Tuvo razón en titubear. Bill la observó con total desaprobación. 
Acusándola con la mirada.
"¿Qué hace en tu habitación?"
"Señor Scully, no creo que esa pregunta sea importante ahora."
"Supongo que tiene razón. ¿Está dormido?"
"Sedado. Tenía fiebre alta, y se encontraba muy agitado."
"¿Esta herido?"
"No señor. No lo está. Al parecer sufre de un shok, aunque no podría 
precisar la razón de ello."
"¿Puede explicarme cómo llegó aquí?"
"Realmente no lo sé señor. Anoche estaba hablando por teléfono... con 
mi madre. Escuché un ruido en la puerta, un golpe seco. Abrí y encontré 
al agente Mulder tumbado en el suelo. Tenía fiebre y temblaba."
"¿A que hora?"
"Eran aproximadamente las diez."
"¿No llamaste a nadie?"
"No lo creí necesario Bill. Además soy doctora, si no lo recuerdas."
La actitud acusadora de su hermano estaba empezando a molestarla.
"Por supuesto."
"Director Skinner ¿puede decirme qué esta pasando?"
"Sucede Dana" - respondió Bill, interrumpiendo - "que tu compañero está 
acusado de asesinar a un soldado, el cuál se encontraba bajo mi cargo, 
y de disparar contra una mujer."
"¿De que estas hablando?"
"Estoy aquí para ponerlo bajo arresto" - había un tono triunfante en su 
voz -"por agresión y asesinato. No podrá salvarlo nadie. Ni siquiera un 
hombrecillo verde."
Sin darle tiempo a responder ese sarcasmo llamó a los militares que se 
encontraban custodiando la puerta.
"Soldado, llame una ambulancia. Levaremos al agente al hospital. Quiero 
custodia las 24 horas."
"Bill..."
Skinner la sujetó por el brazo. Ella le suplicó con la mirada que no 
permitiera este abuso, pero él negó con la cabeza. Sabía que no podría 
hacer nada."Te aconsejo no intervenir Dana. Esta vez ha llegado demasiado 
lejos.""Bill Scully, salió con aire resuelto Skinner le siguió, con 
rostro apesadumbrado."
"Señor" - Scully le cortó el paso - "dígame qué está pasando."
"Agente Scully, al parecer el agente Mulder disparó a un soldado que 
intentaba proteger a una mujer a quién él perseguía."
"Está seguro?"
"Su arma fue encontrada en el lugar. Balística está realizando las 
pruebas en este momento."
"No es suficiente para arrestarlo y ponerlo bajo custodia militar."
"La mujer lo identificó cómo el hombre que la atacó. Eso fue antes de 
que entrara en coma."
"¿En coma? ¿Por qué?"
"Tiene una herida de bala en la sien izquierda."
"¿Cómo estaba tan segura de que era Mulder? ¿Acaso lo conocía?"
Skinner respiró hondo, antes de contestar.
"Agente Scully, la mujer a quién el Agente Mulder atacó."
"¿Sí?"
"Ha sido identificada como Samantha Mulder."
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Oficinas Centrales del F.B.I.
36 Horas antes
"¿Qué harás este fin de semana Scully?"
"Estudiare algunos casos pendientes para entregar los reportes a Kersh el 
lunes."
"Fascinante" – dijo Mulder entornando los ojos.
"¿Y tu?"
"Probablemente intente salvar al mundo de una conspiración alienígena."
Scully le dirigió una de sus miradas especiales para ese tipo de broma.
"De acuerdo. Jugaré un poco de basketball con los chicos de la sección de 
criminología."
"Emocionante."
Mulder sonrió ante la ironía devuelta. Scully terminó de recoger los 
informes que tenía en el escritorio, tomo su gabán y sus llaves. 
"Que te diviertas en tu juego."
"Gracias, espero que tú te la pases bien entre informes forenses."
Cuando Scully cerro la puerta tras de sí, la sonrisa de Mulder 
desapareció. 
Empezó a jugar con los lápices, a revolver algunos papeles sobre su 
escritorio, a ver los archiveros. A veces realmente se aburría estando 
solo. Incluso pensó en ver alguno de los videos que mantenía oculto en 
el fondo del último cajón del archivero, pero desistió. Había empezado a 
dejar esa afición desde hacía algún tiempo. Además, siempre olvidaba 
quitarlos y si Scully lo descubría, ese molesto sentido de vergüenza que 
ella le provocaba con su mirada reprobatoria, le fastidiaba. Se recostó 
en la silla y vio hacia el techo. Incluso a esa distancia podían verse 
las marcas de los lápices en él. Suspiró profundamente. Tenía que 
reconocerlo, de un tiempo a esta parte la oficina se le hacía enorme 
sin ella. Cerro los ojos y dejó que su mente empezara a volar. El perfume 
de Scully aún flotaba en el ambiente. Era dulce, pero sin molestar. Tal 
vez dulce no fuera lo 
correcto, más bien exótico. Ese aroma le recordaba los días de primavera, 
cuando jugaba en el patio trasero con Samantha... 
Samantha. La sonrisa que empezaba a aflorar en sus labios quedó congelada. 
Arrugo el ceño. ¿Qué habría pasado si Samantha no hubiera sido 
secuestrada? ¿En donde estaría él? Tal vez en el mismo lugar. Parecía 
que su destino ya había sido trazado, así que no importaba que sucediera, 
él tenía que estar allí. ¿Y Scully? ¿Acaso si no estuviera obsesionado la 
habrían asignado con él? Se levantó de la silla, bastante molesto consigo 
mismo. Era estúpido pensar en eso. Se quedo viendo fijamente el póster en 
la pared. "Yo quiero creer" ¿En qué quería creer?
Idiota. Eso era, un idiota. Cuestionándose siempre, sin llegar a ningún 
lugar. Volvió a cerrar los ojos. No quería pensar en nada. Solo 
recordar... un pasillo, unas palabras salidas de su corazón, una verdad 
que no había querido confesarse ni aún a sí mismo. El suave contacto de 
su piel... su aliento cálido... el roce de sus labios... 
"Agente Mulder."
"Sobresaltado, Mulder giró sobre sí mismo, con la expresión de alguien 
que ha sido descubierto haciendo algo malo."
"Señor..."
"Esto llegó a mi oficina en la mañana" – el director Skinner le extendió 
un sobre manila – "Supongo que se equivocaron al enviarlo."
Mulder lo tomó y le dio vuelta entre sus dedos, revisándolo.
"No tiene remitente."
"Podemos investigar, si lo desea."
"No, esta bien. Gracias señor."
Skinner correspondió con una leve inclinación de cabeza. 
"Buena noches agente Mulder."
"Buenas noches señor."
Escuchó como sus pasos se alejaban por el pasillo. Su caminar era firme, 
al igual que el de Scully, pero ella tenía cierto ritmo. Movió la cabeza 
con molestia. Ese pensar constante en ella le desesperaba. Se acercó a su 
escritorio y abrió el sobre. De él cayeron varias fotos. Al tomar una 
quedó paralizado. Era Samantha. Estaba en una cama de hospital, tubos 
salían de su cuerpo, rodeándola. En otra vio su rostro, pálido como la 
muerte. Todas la mostraban en un estado lamentable. Sus manos estaban 
crispadas, como si estuviera sintiendo un gran dolor. No parecía un ser 
humano. Revisó nuevamente el sobre, había una nota escrita con una letra 
puntiaguda.
"Le queda poco tiempo de vida. Esta noche, a las nueve. Vieja carretera 
37"
Cogió el teléfono precipitadamente, pero se detuvo en mitad del número. 
Esto debía hacerlo solo. No podía arrastrar a Scully esta vez. Tomo su 
abrigo y salió rumbo a su auto. Tenía que pensar lógicamente. Era una 
trampa, lo sabia. Debía encontrar la manera de adelantárseles. Ya en su 
departamento registró todo hasta 
encontrar un mapa de carreteras, que extendió sobre la mesa de la sala.
"La vieja carretera 37, ¿qué hay cerca de allí?" "Alrededor de 5 
Kilómetros de bosque a la izquierda, y a la derecha..." Se detuvo al 
leer un nombre."Base Militar del Norte." - Golpeó la mesa con el puño - 
¡Lo sabía! La base queda sólo a 5 minutos -Consultó su reloj. Eran casi 
las siete treinta . Debo llegar antes que ellos. Si la tienen allí debo 
encontrar la manera de sacarla.Empezó a dar vueltas maquinando mil y 
un planes, que luego desechaba con un ademán nervioso. Su teléfono 
celular lo sacó de sus pensamientos.
"Mulder."
"¿Fox?"
"Samantha!"
"No hables, solo escucha por favor. Es una trampa. No soy yo la de las 
fotos. 
Es... otra chica, no se como explicarlo."
"No sé. No te preocupes, dime donde estás."
"No puedo. Ellos me matarán si descubren que te llame."
"No te pasara nada, lo prometo."
"Quise llamarte antes, lo juro. Pero papa no me dejaba" - Al escuchar 
la palabra "papa" el estomago se le revolvió. Sabía bien a quién se 
refería - "No quiso decirme nada después que te vi en aquel café." 
"Shhh. Tranquila, todo va a estar bien."
"Creo que todo a sido una mentira, ha veces sospecho que mi familia no 
es real. Mi esposo, los niños..."
"Cálmate. Dime donde estás. Iré por ti."
"¡No! Solo... no vayas esta noche, por favor. No quiero perderte de 
nuevo."
Mulder cerró los ojos, tratando de mantener la calma. Todo iba demasiado 
rápido. 

"Debo verte. Saber que estás bien, tengo tanto que decirte."
"Yo también. Pero no puedo irme. Sospechan de mí. Me vigilan siempre."
"Estas en la base, ¿verdad?"
"¡No hables! Podrían escucharte. Saben todo lo que tú haces, con quién 
hablas, todo."
"Iré a buscarte. Dime como llegar hasta donde estas."
"Es peligroso."
"No te dejaré Samantha, esta vez no."
"Esta bien. Ellos te esperan por el lado oeste. Ven por el sur. Debes 
cruzar después de la entrada a la 37. Existe una cerca electrificada, 
pero puedo cortar la corriente en esa área. Hay varias puestas de acceso, 
todas están numeradas. Tienen códigos de seguridad, no puedes abrirlas 
a menos que cuentes con una llave."
"¿Puedes conseguir alguna."
"No. Sólo se abren por fuera."
"¿Que tipo de llave es?"
"No lo sé... es una tarjeta, creo. Las cerraduras tienen un pequeño 
teclado a la 
par."
"Muy bien. ¿Cómo te encuentro?"
"Debes entrar por la puerta A5, luego seguir por el corredor. No hagas 
caso de las puertas, ni los letreros. Al final del pasillo dobla a la
izquierda. Ve al laboratorio de genética. Allí me encontraras."
"¿Eres doctora?"
"Bioquímica."
Mulder guardo silencio por un segundo. Tanto en tan poco tiempo le 
dejaba sin saber que decir. Respiró profundo, tratando de calmar sus 
emociones."Te veré allí en 45 minutos. "
"Esperaré por ti."
Escuchó como Samantha cortaba la comunicación, pero aún quedo sujetando 
el teléfono unos minutos más. No podría creer lo que estaba sucediendo. 
Unos momentos antes era presa de la desesperación por encontrarla, y 
ahora estaba más cerca de lo que penso jamás.
"Te salvaré Sam. No dejaré que nos separen otra vez. Lo juro."
Revisó el cargador de su arma. Tomó una chaqueta de su armario y salió, 
dispuesto a cualquier cosa por volver a ver a su hermana.
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Hospital de Washington
Domingo
7.48 A.M.
"¡Scully!"
Volvió, para ver quién la llamaba. Llevaba más de 35 minutos en el 
vestíbulo del hospital, tratando de saber en que habitación se encontraba 
Mulder y cuál era su condición. Pero nadie quería darle respuestas. Tal 
vez los pistoleros solitarios habían averiguado algo.
"¿Lo encontraron?"
"Frohike tuvo que sobornar a un enfermero para que le dijera el número 
de la habitación" - Byer no se mostró entusiasmado por esto - "es la 315, 
pero no pudimos acercarnos, están custodiando el pasillo."
"Skinner estaba allí" - interrumpió Langley - "hablando con un hombre, 
un militar. No sé de qué, pero no se veía muy feliz."
"Le llamó "militar de pacotilla". Pero antes dijo "señor Scully"
Scully sostuvo la mirada de Frohike, pero la bajó después de un segundo.
"Se trata de mi hermano."
"¿El qué odia a Mulder?"
"Sí."
"En ese caso, creo que tal vez tú puedas verlo."
Scully asintió con la cabeza. Tomo el elevador y trato de serenarse. 
Tenía que hablar con Mulder para averiguar que es lo que había pasado. 
Al salir la interceptó un soldado. Ella le mostró su credencial y siguió 
de largo hasta la habitación. 
Mulder estaba dormido; lo habían esposado a la cama. Ella se sentó 
suavemente a su lado y tomo su mano. Al hacerlo él abrió los ojos, 
sobresaltado."Tranquilo. Soy yo."
"¡Scully! – Vio a su alrededor con apariencia nerviosismo - ¿Qué hago aquí?
"Tenías un shock, y una leve conmoción." 
"¿Por qué estoy esposado?"
"Te acusan de irrumpir en una instalación militar, matar a un soldado 
y..." -Scully desvió su mirada antes de continuar - "disparar contra tu 
hermana." - Él 
abrió los ojos totalmente desconcertado - "Mulder necesito que me digas 
qué pasó la noche del viernes."
"¿Ella se encuentra bien?"
"Cayó en estado de coma. Tiene una bala alojada en la sien izquierda."
"No es Samantha. Scully ella no puede ser Samantha, yo no dispararía 
contra ella. Fue una trampa."
"Dime que paso."
Mulder empezó a contarle lo que había ocurrido desde que se despidió de 
ella hasta cuando salió del cuartel de los pistoleros solitarios.
"¿Pensabas ir a buscarla solo?"
"Teníamos un plan."
"¿Qué paso después?"
"Llegue hasta la cerca, como me había indicado. Deje el auto como a 
unos 100 metros. No había luz, así que use los lentes que me dieron los
muchachos. Fue fácil cortar el alambrado. Cuando logré entrar seguí el 
camino que me indicó Samantha." - Tomó aire antes de continuar, estaba 
claro que aún no se encontraba bien - "la encontré en el laboratorio, 
como me había dicho." "¿Había alguien allí?"
"No, estaba sola. Me abrazo en cuanto me vio. ¡Dios! Hacia tanto que 
no la veía." - Apretó los dientes ante la oleada de emociones que le 
invadían - "Estaba muy nerviosa, y asustada. Aún estabamos en le 
laboratorio cuando la alarma empezó a sonar. Supuse que nos había 
descubierto. Echamos a correr por el pasillo. Yo quería regresar hacia 
la puerta, pero Samantha dijo que no, que no podíamos salir por allí, 
y me señalo otro pasillo hacia la derecha. Corríamos como locos, Sam 
iba delante de mí." - Scully recordó de pronto la huida a través de 
aquel campo de maíz. Sabía lo que se sentía al huir con desesperación - 
"Dimos vueltas y más vueltas a través de muchos pasillos, como un 
laberinto. 
Pero ella iba con mucha seguridad. Al fin me señalo una puerta, pero 
antes de llegar nos interceptó un soldado."
"¿Al que disparaste?" - Él asintió con la cabeza.
"Samantha se escondió detrás de mí. Nos indicó que habíamos ingresado 
sin autorización. Estaba confundido, pensé que Sam trabajaba allí. 
Pero él dijo que no la conocía, que nunca la había visto antes. Nos 
apuntaba con su arma y nos hizo retroceder. Vio mi arma y me la quitó. 
Él estaba muy nervioso, y yo solo trataba de calmarlo. Sólo quería 
proteger a Samantha. Pero ella se asustó, y trató de huir. El soldado 
le gritó que se detuviera, iba a disparar y yo me fui encima de él 
para evitarlo. Forcejeamos, y mi arma se disparó. Lo digo en serio Scully, 
fue un accidente, solo quería evitar que le hiciera daño a ella."
"¿Qué paso después?"
"Samantha se detuvo al escuchar el disparo, y regreso ha donde yo 
estaba. Rompió a llorar, quería consolarla pero se alejó de mí. Se 
acerco al soldado y se agachó sobre él. Supuse que sí lo conocía, y 
que no podía creer lo que había pasado. Yo estaba muy nervioso, sólo 
quería salir de allí. Escuché pasos, pero no vi a nadie. Al girar hacia 
atrás vi que ella me estaba apuntando.""¿Samantha te estaba apuntando?"
"Sí. No lo podía creer, le dije que bajara esa arma, que se calmara, 
que íbamos a salir de allí pero no me estaba escuchando. Su rostro... 
parecía de piedra. Le pregunté que estaba pasando y ella sólo... me veía 
fijamente, sin ninguna emoción. Empezó a decir que todo era mi culpa, 
su secuestro, los experimentos, los clones, todo. Que mi padre la 
había entregado en mi lugar. Que había preferido que ella pasara por 
ese infierno y no yo - Las lagrimas pugnaban por salir pero él no 
quería que ella lo viera llorar - Que todo ese sufrimiento era mi 
culpa porque no pude defenderla, no pude evitar que se la llevaran."
"No fue tu culpa Mulder, sólo tenías 12 años. Eras un niño, no pudiste 
hacer nada."
"Fue lo que le dije, que me perdonara, que la había buscado todos esos 
años, que nunca la olvide, pero ella gritó que todo eso era mentira, 
que yo tenía que pagar. Por alejarla de mi madre, por vivir una vida 
de mentira, de soledad, de odio. Que tenía que pagar con mi vida."
Se acercó y lo abrazó, consolándolo. Las esposas no le dejaron más
que responder con su brazo derecho. Apoyó su rostro en su hombro y dejó
que al fin brotaran todas esas lagrimas que había contenido durante 
toda una vida de búsqueda desesperada. Ella trató de calmarlo. 
"De acuerdo. Te creo. Dime que sucedió."
El se reincorporó secándose las lágrimas. 
"Ella me disparó, pero no acertó, a propósito. Eche a correr por el 
pasillo y ella gritó que corriera, que corriera por mi vida como el 
cobarde que era. No escuché nada más. Llegue hasta una puerta y la 
empuje. No tenía cerradura, como ella había dicho, pero no estaba 
cerrada. Me vieron y empezaron a perseguirme, disparándome. Llegue 
hasta la cerca y logré salir, arrastrándome. Un camión venia por el 
camino, así que escapé hacia el bosque. Tropecé y caí rodando por una 
pendiente. Después de eso no recuerdo nada más.""¿Recuerdas como 
llegaste a mi casa?""No. Cuando desperté estaba en este lugar, esposado 
a la cama. Y nadie me había dicho nada. Dime que paso."
"Ayer en la noche estaba hablando por teléfono cuando escuche ruidos, 
pasos que se acercaban. Luego un golpe, como si hubiesen dejado caer 
algo. Abrí y ahí estabas tú. Tenías fiebre, tu ropa estaba manchada de 
barro y murmurabas incoherencias. Te lleve a la habitación y te 
administré antibióticos y un sedante para que durmieras. Esta mañana, 
como a las seis treinta se presentaron Skinner y Bill a mi departamento 
buscándote, para arrestarte por los cargos que ya te dije. Llegaron con 
custodia militar, te sacaron y te trajeron aquí."
"¿Bill? ¿Tu hermano iba a arrestarme?"
"Sí. El soldado que murió estaba bajo su cargo. Al parecer Bill está 
asignado al área de seguridad de la base."
"No sé que pasó Scully, pero te juro que fue un accidente. Además yo 
no le disparé a Samantha. Necesito ver a la mujer que dice que le dispare. 
Examínala por favor, tiene que ser un error. Ella no puede ser Samantha. 
En ese momento Bill Scully entró en la habitación. Frunció el ceño al 
ver a su hermana allí, con el hombre a quién tanto detestaba.
"No tienes autorización para estar aquí."
"Soy un agente federal Bill, y estoy interrogando al agente Mulder con 
relación a los cargos que se le han presentado."
"No has sido asignada a esto. Además yo debía estar presente en el... 
interrogatorio."
"Ella ya fue asignada a este caso" -dijo Skinner entrando a la habitación.
"¿Por quién?"
"Por mí."
Scully sabía que había llegado el momento de irse. Era obvia la tensión 
entre el director adjunto y su hermano. Sintiendo la mirada de Bill 
se acercó a Mulder y lo besó en la frente.
"Voy a sacarte de esto. Lo prometo" - Le susurro antes de marcharse.
Al salir de la habitación Bill la alcanzó sujetándola por el brazo.
"¿Que demonios piensas que estas haciendo?"
"Dirigiendo una investigación" - Scully se zafo de su hermano con cierta 
violencia – "una que al parecer no te interesa."
"Ese hombre es una amenaza Dana. Debes alejarte antes que te arrastre 
con él."
"¡Tú no tienes derecho a hablas así de Mulder! Además si tanto te interesa 
alejarme de él demuéstrame que es un asesino, un peligro."
"¿No te basta con todo lo que has pasado a su lado? Tu enfermedad. 
Tu carrera estancada. La muerte de Melissa."
"No ha sido su culpa. Eres injusto por culparlo de todo eso. Tu no 
sabes lo que él ha vivido. Lo que ha visto."
"¿Hombrecillos verdes? ¿Esa es tu disculpa hacia él?"
"Tu no entiendes. - Dijo Scully mientras se alejaba por el pasillo."
"¡Te demostrare que él es un peligro, que no vale la pena!"
"ientras no lo hagas no te atrevas a interponerte en mi camino." - 
Le respondió ella antes de entrar en el elevador. 
Bill se volvió furioso hacia la habitación, pero Skinner le impidió 
la entrada.
"No creo que sea buena idea. El agente Mulder esta descansando."
"Debo hablar con él."
"Su hermana tiene razón. Si quiere destruirlo investigue y encuentre 
pruebas concluyentes. Mientras tanto será mejor que no lo moleste.
Bill dio la vuelta y se marchó.
Al salir Scully del elevador, la esperaban los pistoleros solitarios, con la 
preocupación reflejada en su cara.
"¿Cómo está?"
"Físicamente bien. Emocionalmente... en un estado muy frágil. Nunca 
lo había visto tan desesperado."
"¿Te dijo lo que sucedió?
"Sí. Pero es una historia extraña. Se las contaré en el camino. 
Necesito su ayuda."
"¿Qué planeas hacer?"
"Entrar en la base que se encuentra cerca de la vieja carretera 37."
"Como tú digas agente. Lo que sea. Dinos cuando."
"Esta noche."
"Bien. Te tenemos otra noticia." - Scully los interrogó con la mirada.
"La madre de Mulder esta aquí."
"¿Teena?"
"Sí. Llego hace como 10 minutos. Subió a la habitación de Samantha."
"¿Saben el número?"
"Ala noroeste. Cuidados Intensivos. Habitación 103."
Scully tenía que hablar con la madre de Mulder. Decirle que su hijo no 
había disparado contra su hermana. Al llegar a la habitación tuvo que 
mostrar nuevamente su identificación para que los soldados le franquearan 
la entrada. Teena Mulder estaba allí. Tenía la mano de Samantha entre 
las suyas. Su rostro no parecía expresar nada.
"¿Señora Mulder?"
"No pensé volver a verla" - Le respondió, sin verla - "A mi hija. La 
última vez pensé que ella había muerto"- Apenas si giró para preguntarle- 
"¿Sabe donde esta Fox?"
"Sí señora. Puedo llevarla allá."
"¿Cómo está?"
"Tiene una leve conmoción."
"Dicen que él le disparó a Samantha."
"¡No!" - Dijo Scully acercándose - "Eso no es cierto. Mulder nunca le 
haría algo 
así."
"Lo sé. La vida de Fox ha sido encontrar a su hermana. No le haría daño 
nunca. Moriría por ella."
Se levantó y se dirigió a la ventana. Parecía fría y distante. Scully se 
acercó a la cama. Nunca pensó en como sería conocer a la hermana de 
Mulder. Y ahora ella estaba allí, conectada a un respirador artificial. 
Todo esto parecía una broma macabra del destino. La última carta con la 
que dejarían a Mulder totalmente fuera del juego.
"Hace tiempo creí que mi hija había muerto." - La madre de Mulder parecía
hablar consigo misma- "Qué mi familia estaba destruida. Pero no. Aún 
tenían que hacer esto. No les bastó con quitarme a mi hija. Ahora 
también quieren a Fox. Quieren destruirlo."
"¿Quiénes quieren destruirlo?"
"No importa. No podrán con él. Es su némesis. Él los destruirá al final."-
Giró para ver a Scully a los ojos - "¿Puede decirme donde está?"
"La llevare ahora mismo."
"No. Me quedare con ella un poco más" -Volvió a sentarse al lado de la 
cama, observando a la mujer que decían era su hija.
"Le diré al guardia que la lleve cuando lo desee" - Hizo una pausa antes
de proseguir -"¿Está segura que es Samatha?"
"Desde hace mucho que no estoy segura de nada. Ya no tengo más esperanzas"
Tomo a Scully de la mano, como si ella también hubiera estado perdida y 
al fin encontrara el camino a casa - "Ayude a Fox por favor. Usted es la 
única que puede hacerlo" - Sonrió tristemente al verla a los ojos - 
"Usted se ha convertido en lo más importante en su vida, en su única 
verdad."
Scully apretó su mano en señal de solidaridad. Pero lo último que le 
dijo la turbo un poco. Se despidió con una sonrisa y salió de la habitación.
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05:45 P.M.
Mulder despertó sobresaltado al sentir que alguien estaba a su lado. Al 
girarse vio a su madre que le sonreía dulcemente.
"Hola Fox."
"Mamá. ¿Qué haces aquí?"
"Pasaba por el lugar y pensé en visitarte."
"Me alegra verte "- Le dijo, mientras tomaba su mano. Su madre siempre 
había sido como un puerto seguro en el cual resguardarse durante la 
tormenta."¿Has visto a...?"
"Si, estuve con ella las últimas horas."
"No es ella ¿verdad?"
"Fox... tengo algo que decirte."
"¡Lo sabía! Sabía que no podría ser ella."
"Fox la han examinado. Tu compañera ha pasado las últimas horas en el 
laboratorio. Los registros dentales, las huellas digitales..."
"No... no es cierto. Ella no es Samantha."
"Le hicieron un examen de D.N.A. Los resultados son concluyentes."
"No mamá, no entiendes. Fue una trampa, ella quiso matarme. No es Samantha"
"Tranquilízate. No hay lugar a dudas... ella era Samantha."
"¿Qué quieres decir?"
Teena Mulder desvió la mirada por unos segundos. Al volver a verlo sus 
ojos estaban llenos de lágrimas.
"Tu hermana murió hace una hora."
"¿Qué estas diciendo?" - Mulder intentó levantarse de la cama, pero las
esposas no lo dejaron - "¿De qué hablas mama? ¡Es una farsa! ¡Ella no 
puede estar muerta!" - Lanzó al suelo los medicamentos e instrumentos 
que estaban cerca de la cama - "¡No es cierto! ¡Dime que no es cierto!"
"Tranquilo Fox, tranquilízate"
Teena lo abrazó tratando de contenerlo. Mulder la abrazó con fuerza, 
sintiendo que si la soltaba todo iba a derrumbarse. Que él se derrumbaría. 
Empezó a llorar desconsoladamente mientras seguía repitiendo:
"No es justo, no es justo."
"Todo estará bien querido. No te preocupes, yo estoy aquí. Todo saldrá 
bien."
Scully observaba desde la puerta. Ocultándose para que él no la viera. 
Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Nunca pensó que algo así sucedería. 
Vio como Mulder lloraba, dejando salir el dolor que había guardado todos 
esos años. Se aferraba a su madre, como si ella pudiera salvarlo del 
infierno que estaba viviendo, mientras Teena trataba de consolarlo.
"Todo estará bien Fox. Todo estará bien."
Teena comenzó a cantar una canción de cuna, mientras lo mecía, como 
cuando era niño y despertaba gritando de las pesadillas que lo perseguían 
cada noche.Scully no pudo soportarlo más y se alejó de la habitación. 
Todos los informes indicaban lo mismo. No había lugar a dudas. La mujer 
de la habitación 103 era Samantha Mulder. La mujer que él había buscado 
todos esos años yacía allí, declarada muerta desde hacía más de 55 minutos. 
La madre de Mulder había autorizado que la desconectaran. Ya no había 
nada que hacer.Muerte cerebral. Embolia. Esos términos médicos no 
lograban mostrar la tragedia que se había desarrollado. La búsqueda 
frenética de un hombre por encontrar la razón de su vida, y la manera 
en que se la habían arrebatado. Y lo peor era que él estaba acusado de 
matarla. De matar a lo único que le importaba. Era demasiado, incluso 
para él. Había vivido bajo el sentimiento de culpa por su rapto toda su 
vida y ahora iba a ser acusado de su muerte. 
Scully tomó una determinación. Debía encontrar la verdad. Demostrar que 
él no le había disparado. Aunque para ello tuviera que arriesgar su 
propia vida.Decidida se dirigió a la salida, dispuesta a todo por 
demostrar que Mulder no era culpable
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Carretera 37
12:21 P.M.
Scully estaba nerviosa, tamborileando los dedos contra el timón de su 
auto. La espera nunca la había molestado, pero esa noche era diferente. 
Esa noche estaba en juego el destino de Mulder. ¿Cómo había llegado 
hasta ahí? ¿Cómo imaginar que al final las piezas se reunirían para 
mostrar un cuadro tan lamentable?Había llamado a la madre de Mulder 
hacía veinte minutos. El se encontraba dormido, o más bien sedado ya 
que no pudieron controlarlo. No sabía como Teena podía resistir tanto. 
La desaparición de su hija, su divorcio, la muerte de su ex esposo, y 
ahora la acusación de su hijo. Ella tenía razón, no era fácil guardar 
la esperanza. Una camioneta sin luces apareció en el camino, deteniéndose 
a pocos metros de su auto. La puerta trasera se abrió. Ella subió sin 
titubear."¡Guau agente! Estas hecha una preciosidad."
Scully vestía de negro. Pantalones, camiseta, chaqueta y botas de cuero.
"Tranquilo Frohike, la dama no esta de humor."
"¿Desde cuando eres tan educado Langley?"
"¡Basta ya! Ambos actúan como tontos." - Byer trataba de parecer calmado-
"Debemos recordar por qué estamos aquí."
"Exacto. El objetivo es encontrar pruebas de lo que Mulder dijo."
"Como tu digas agente."
"¿Tienen lo que les pedí?"
"Eso y algunas otros "juguetes" que consideramos apropiados para la 
ocasión." – Langley parecía un niño cuando se trataba de alta 
tecnología. - "¿Cuál es el plan?"
"Entrar a la base y tratar de encontrar el laboratorio. Deben haber 
señales de lucha o alguna otra cosa. Afuera deben haber algunos 
casquillos. Cualquier cosa que afirme la historia de Mulder."
"De acuerdo. Esta es una tarjeta decodificadora. La introduces en la
ranura y buscará el código, ya sea numérico o alfanumérico, te descifra 
la clave en 15 segundos. La cerca no ha sido reparada, la revisamos 
antes de llegar aquí. ¿De cuando tiempo disponemos?"
"No sé. Treinta o cuarenta y cinco minutos si tenemos suerte. ¿Alguna 
otra cosa?"
"Sí. Te "conectaremos" a nosotros para poder ayudarte adentro. Debes 
usar esto. Lo llamamos "espejo"- Byer le mostró un pequeño microteléfono-
"Es para que 
podamos verte y oírte. O mejor dicho ver y oír a través de ti."
"¿Funcionará?"- Les preguntó mientras observaba el pequeño aparato que 
tenía entre los dedos.
"Es el mismo que uso Mulder cuando..."- Scully observó fijamente a 
Langley. No sabía que decir sin comprometer a Mulder. Se había 
acorralado él mismo. 
"Hace tiempo. No importa ahora." -Interrumpió Byer-  "Funcionará. 
Podremos guiarte a través de la base."
"Conseguimos los planos"-  Dijo Frohike mientras le mostraba unos grandes 
rollos de papel.
"¿Los robaste acaso?"
"Tengo mis recursos."
"Bien. Será mejor que me digas como usar el "espejo"- dijo mientras se 
quitaba la chaqueta.
La camioneta se acercó lentamente ha la cerca. No había guardia cercana, 
lo que no dejó de extrañarles. Scully bajó rápidamente y se introdujo 
por la abertura, deslizándose y corriendo hasta alcanzar la puerta. 
"A5, tal como dijo Mulder"
"Scully, ¿Nos escuchas?"
"Fuerte y claro."
"Bien. El espejo tiene una pequeña luz, sobre el audífono. Presiónala 
para que podamos observar la cerradura."
"De acuerdo" – Scully encendió la luz como se lo indicaron - "Ya esta."
"Introduce la tarjeta y luego marcas 735 para activarla."
Un sonido metálico indicó que la puerta estaba abierta. Scully entró con 
mucha cautela. El pasillo estaba a obscuras, no había nadie. Encendió la 
linterna que siempre la acompañaba.
"Sigue derecho, al final del pasillo dobla a la izquierda. El laboratorio 
debe estar a pocos pasos."
Scully siguió las indicaciones, pero al entrar no había ningún 
laboratorio. No había nada parecido, sólo archiveros, escritorios, 
pequeños cubiculos como en una oficina cualquiera.
"No hay nada aquí chicos."
"Ya nos dimos cuenta. Debe haber un error. Deberían haber laboratorios."
Scully se acercó a una de las sillas. Algo le había llamado la atención. 
Se inclinó para ver mejor y a la luz de su linterna encontró un pequeño 
trozo de plástico en el borde del respaldo.
"¿Scully?"
"Sí."
"Hemos descubierto varias puertas que parecen comunicar con un nivel 
inferior.""¿Un sótano?"
"Por su tamaño más bien parecen bodegas, ó depósitos de almacenamiento. 
Sigue el mismo pasillo, al fondo hay una puerta. Usa el decodificador 
si es necesario. Te comunica con unas escaleras que deben llevarte 
abajo."
"Correcto."Scully siguió, pero al cruzar la puerta las alarmas 
empezaron a sonar y las luces se encendieron. Oyó pasos precipitados 
que venían por las escaleras, así qué corrió buscando la puerta por 
donde había entrado. Soldados la interceptaron, ella doblo hacia la 
izquierda. Corrió y corrió a través de varios pasillos sintiendo como 
cada vez eran más los que la perseguían; hasta que se tropezó con 
alguien, lo que la hizo caer al suelo. 
"¡Dana!" - Scully trató de zafarce mientras Bill trataba de levantarla-
"Esta bien. Soy yo."
"¿Bill?"
Los soldados aparecieron por el pasillo, fatigados por la carrera.
"Esta bien. Esta bien. Ella es mi hermana. Debe haberse asustado por las 
alarmas." - Bill sujetaba a Scully por los hombros, protegiéndola de 
la mirada de sus subordinados. -"Me estaba buscando, y debe haberse 
perdido."
"¿Esta seguro que todo esta bien señor?"
"Claro que lo estoy. Solo está algo asustada. Regresen a sus puestos."
"No sabíamos que tenía visita señor."
"¿Me esta cuestionando soldado?"
"No señor."
"En ese caso retírese."
Los soldados empezaron a retirarse, mientras Bill conducía a Scully 
hacia su oficina, no lejos de allí. Ya dentro no contuvo el enojo que 
sentía."¡¿Estas loca?! ¿Qué diablos haces aquí?"
"Investigo."
"¡¿Investigas?! ¡Por Dios Dana! Estabas irrumpiendo en una instalación 
militar. Si te alcanzan antes que yo, no podría haberte defendido. Te 
arriesgabas a ser arrestada. Esto hubiera arruinado tu carrera. Podrías 
ir a la cárcel.""Necesito encontrar pruebas..."
"¡¿Pruebas?! ¡¿Qué clase de prueba?! Acaso las que permitieran salvar al 
desgraciado de tu compañero."
"¡No hables de ese modo!"
"¡Yo hable como carajo me dé la gana!" - Tomo a Scully de los hombros - 
"Reacciona por Dios. Él te llevará a la destrucción si no lo dejas."
"Tu no entiendes" - dijo mientras se separaba de él, para sentarse en una 
silla cercana.
"Explícamelo."
"No puedo."
Bill se arrodilló frente a ella y tomo su rostro entre sus manos.
"¿Por qué sigues con él? ¿Qué pretendes demostrar?"
Ella no respondió. Solo lo observaba con una profunda tristeza reflejada 
en sus ojos azules.
"¡Por Dios Dana! Tu lo amas."
"Es más que eso" - Se levantó de la silla para alejarse de su hermano.
"No encuentro otra explicación."
"Él haría cualquier cosa por mí. No puedo abandonarlo en esta situación. 
Tu no sabes hasta que punto se ha arriesgado, ni cuantas veces lo ha 
hecho."
"¿Por ti?"
"Así es. Por favor Bill" - Le tomo del brazo en actitud suplicante - 
"Ayúdame. Nunca antes te pedí nada. Pero ahora necesito de tu ayuda."
Bill la observó detenidamente. Allí estaba su hermana. La única que le 
quedaba. Suplicándole ayuda para un hombre a quién él detestaba. A quién 
incluso sería capaz de destruir para separarlo de ella. Dana lo amaba, 
ahora estaba seguro. No quería aceptar lo que sospechaba hace tiempo. Y 
contra eso no podía luchar. 
"¿Qué necesitas?"
"Entrar al sótano."
"No hay nada allí. Son almacenes de depósito."
"¿Cómo sabes eso?"
"Los he visto. Hace mucho tiempo que lo único que tienen es chatarra."
"¿Entonces por qué había guardia?"
"¿A que te refieres?"
"Cuando llegue a las escaleras sonó la alarma. Escuche a varios hombres 
subiendo."
"Es imposible. No hay nada que buscar o proteger allí."
"Esa es una buena razón para bajar."
"De acuerdo. Sígueme. Hay una puerta de acceso en el corredor."
Al llegar Scully vio como su hermano introducía una tarjeta de seguridad. 
Le tomo algunos minutos lograr acertar con la clave de acceso. Sonrió al 
pensar que ella tenía una más eficiente. Ya adentro se dio cuenta que 
Bill tenía razón. Eran inmensos almacenes totalmente abandonados. Llenos 
de escritorios viejos, cajas de embalaje y chatarra de vehículos.
"Te dije que no había nada aquí."
"¿Hace cuanto que no se utilizan?"
"Veinte, tal vez treinta años."
"¿Tanto tiempo?"
Bill solo se encogió de hombros.
"La base se utilizaba antes para carga y descarga de equipo y material 
para otras bases cercanas. Cuando se redujeron costos se consideró un 
gasto, por lo que se descartaron y para aprovecharlos desde entonces se 
usan como almacenes."
"¿Nadie entra aquí?"
"No. Pero si tu dices que habían soldados debe investigar que hacían aquí."
Scully empezó a recorrer el almacén. Realmente nada parecía tener sentido.
"Dana, no creo que encuentres lo que buscas aquí."
Scully no pareció escucharlo. Estaba intrigada con las cajas de embalaje.
"¿Sabes que hay aquí?"
"Equipo descartado. Computadoras, maquinaria, instrumental de laboratorio 
descontinuado..."
"¿Instrumental de laboratorio?"
"Sí. Viene de los laboratorios de algunas bases. Llegaron esta semana."
"Bill, ¿Quiénes trabajan en las oficinas de arriba? Cerca de la puerta norte. La 
numerada A5"
"Nadie. Están por desarmarlo todo; toda el ala norte va a ser demolida. 
A decir verdad esta base no se va ha usar más. Piensan derrumbarlo todo, 
tal vez en tres o cuatro meses. Mi asignación aquí es temporal, en lo que 
termina de liquidarse lo que queda."
"Si piensan derrumbarlo ¿porqué el equipo de oficina es nuevo?"
"¿De que estás hablando?"
"De esto"-  Scully le enseño el pequeño trozo de plástico que había 
guardado - 
"estaba en una de las sillas allá arriba. Es material de empaque. La silla 
es nueva, y me imagino que el resto del mobiliario también."
"Eso es imposible, es mobiliario viejo, descartado."
"¿Alguna vez lo revisaste?"
"No tenía porque hacerlo. Es más, ni siguiera había visto lo que hay allí." 
"Bill, si esto es una base obsoleta ¿porqué existe tanta seguridad? ¿A 
que viene tanto secreto? No es lógico. Tu deberías saberlo."
Bill no supo que contestar. La lógica de su hermana era aplastante. 
Se quedó allí parado, totalmente desconcertado. Scully se giró y siguió 
revisando el almacén. Si el mobiliario era nuevo significaba que estaba 
allí para esconder algo, y ese algo solo podía ser el laboratorio que 
Mulder vio. En algún lugar tuvieron que esconderlo todo, un lugar seguro,
 cercano, y que no despertará sospechas, un lugar como...
"Bill aquí hay una puerta."
"Si, comunica este lugar con los depósitos de combustible."
"¿Son grandes?"
"Enormes, allí se almacenaba el combustible para ser distribuido en las 
demás bases, y los aviones que aterrizaban antes. También está la planta 
de energía, o lo que queda de ella."
"Supongo que me dirás que también está abandonada desde hace mucho."
"Así es."
Scully se apoyó contra la puerta de metal, y sintió una leve vibración. 
Luego vio hacia arriba.
"¿Entonces porqué hay cámaras de seguridad?"
Bill observó hacia donde señalaba su hermana. Cerca del techo había una 
pequeña cámara enfocando hacia donde ellos estaban. La luz roja indicaba 
que estaba activada."¿Scully?"
"Adelante chicos."
"Según los planos, la planta se enfriaba con agua que venía desde el lago 
que está a cinco kilómetros. Los registros en la computadora muestran 
que la temperatura de ese lago no ha variado desde hace 20 años. Según 
una investigación de geólogos del gobierno, es agua termal. ¿No lo 
consideras extraño?"
"¿Con quién hablas Dana?" - Scully le hizo señas para que se callara. 
"¿Puedo abrir la puerta con la tarjeta?"
"No, señorita. No puede abrirla."
Al girarse vieron a un hombre con aspecto distinguido. Les estaba 
apuntando con un arma. 
"¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí?"
"Eso no importa señor Scully. Lo que importa es lo que hay detrás de esa 
puerta. Será mejor que me acompañen." - El hombre les señaló la esquina 
del almacén - "Agente Scully, le recomiendo apagar su comunicador."
El hombre les abrió una puerta disimulada tras unos archiveros. Se 
encontraron detrás de los depósitos de combustible. Al rodearlos 
pudieron ver la planta, trabajando a toda su capacidad. 
"Por acá por favor. - Les señaló unas escaleras que iban hacia abajo."
"No dijiste que había un nivel inferior."
"Ni siquiera sabía que existía esto."
Abajo se encontraron en un inmenso laboratorio, lleno de cajas, como 
peceras, pero a tamaño natural. Adentro había personas sumergidas en un 
líquido verde. Scully se fijó en los doctores. Todos eran iguales. Eran 
clones."¿Que es este lugar?"
"Esto, señor Scully es una planta. Una planta manufacturera, si quiere 
verlo así."
"¿Para hacer clones?" - Preguntó Scully mientras veía una de las "peceras".
"No. Es de experimentación. Creamos "organismos vivos" para realizar ciertas 
investigaciones."
"¡Son personas, por Dios!."
"En absoluto señor. No tienen lo que algunos llamarían "alma". Ya le dije, 
sólo son organismos vivos." 
"¿Qué clase de experimentos hacen?"
"No todo es blanco o negro, agente Scully. Hay pequeños matices de gris. 
Existen personas que buscan la manera de defendernos contra los que vienen 
a gobernar. Usted misma ha sufrido por consecuencia del consejo." Aquí - 
señaló a su alrededor - "tratamos de encontrar una cura, una solución a 
todo el mal que se ha causado. Los raptos, la extracción de óvulos, el 
cáncer provocado, los loclizadores... esas cosas."
"Clones, cáncer, colonizadores, ¿De qué esta hablando?" - Scully hizo un 
gesto para que no interrumpiera.
"¿Que tiene que ver esto con Mulder?"
"Su compañero ha estado cerca muchas veces, pero no ha sido capaz de ver 
todo el panorama. Pero los que ayudan a los colonizadores desean verlo 
destruido. Aniquilar su espíritu. Lo han intentado muchas veces, usándola 
inclusive a usted para obligarlo a abandonar su búsqueda. Tratando de 
reclutarlo para sus fines. Pero él no lo ha permitido. No puede 
defraudarla a usted, no puede renunciar. Intentaron separarlos, pero 
saben que él la buscaría en el fin del mundo si fuera necesario. Y si la 
matan, su búsqueda será más intensa, porque no le importaría ya nada. Es 
por eso que pensaron en la mejor manera de alejarlo totalmente. Sabían que 
sólo podrían detenerlo si lo enfrentaban a lo que siempre ha buscado. El 
perdón de su hermana.""¿Ella estaba mezclada en todo esto?"
"No totalmente, investigaba, pero sus descubrimientos eran para el 
consejo. 
Realmente quería salirse, pero ellos la descubrieron. Tienen modos de 
cambiar los pensamientos de las personas. Tuvieron tiempo para hacerle 
creer que odiaba al agente Mulder. Pero al final no lograron que ese odio
fuera suficiente para matarlo. Sin embargo las cosas salieron mejor de lo 
que pensaron. Con la muerte de Samantha él sería el único acusado, y esa 
culpa no lo dejaría vivir. Sería su mejor venganza."
"Tiene alguna prueba?"
"¿Ve las cámaras de seguridad? Están por toda la base. Vigilan todo lo
que sucede." - Sacó de su bolsillo un cassette de vídeo y se lo entregó a 
Scully -"Esto salvará a su compañero."
"¿Por qué hace esto? ¿Cómo sé que no es una trampa?"
"Cuando ellos se den cuenta de la verdadera naturaleza de nuestras 
investigaciones sabrán que buscamos destruirlos. Intentarán detenernos; 
y si lo consiguen todo estará perdido. Su compañero es un hombre integro 
agente. 
Su afán por conseguir la verdad es a lo único que temen. No puede ser 
destruido sin destruir toda esperanza. No busco la salvación de él, 
busco nuestra propia salvación. No deje que esto lo detenga. Ahora más 
que nunca lo necesitamos." - Guardo el arma, y se alejó.
"¡No pensará que esto se quedará así!" - Gritó Bill, mientras Scully lo 
sujetaba - "¡Voy a subir y llamaré a mis superiores¡ ¡Todos se enterarán
 de la existencia de este lugar!"
"Cuando lleguen ya nos habremos marchado. Esto no es de ahora señor Scully, 
ha pasado y seguirá pasando. En cualquier lugar, sin que nadie se dé cuenta."
"¿Quién es usted? ¿Porqué hacen todo esto?"
"Hay una guerra, señor. Ganarla o perderla depende de personas como su 
hermana y el agente Mulder. Tiene que tomar partido ahora. Después puede 
que ya no tenga oportunidad."
Siguió caminando hasta perderse entre el resto de personal. Scully giró 
hacia la puerta por donde habían llegado, seguida de su hermano. 
"Tengo que llamar al Coronel Anderson."
"No lograrás nada con eso. Él tiene razón, cuando lleguen no los 
encontraras.""No pueden desaparecer así nada más"
"Resígnate. He visto esto antes. Quedarás como un tonto si llamas. Lo 
importante es que tenemos la prueba para salvar a Mulder."
"¿Todo esto es real? ¿Existe algo que viene a colonizarnos?"
"Mulder ha visto cosas que ni tu ni yo podríamos siquiera soñar. Pero para 
él ha sido su realidad constante todos estos años. Así como te sientes 
tu ahora, impotente ante las circunstancias, se ha sentido él toda su vida. 
Es por eso que no puedo dejarlo."
Bill no respondió. Ahora se daba cuenta que su hermana había tenido razón 
todo ese tiempo acerca de Mulder. Ahora entendía por qué lo amaba.
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"Hola Mulder."
"Hola Scully. ¿Que noticias me tiene mi doctora?"
"Te darán de alta esta tarde."
"¿Algo más?"
"Retiraron los cargos. El vídeo de la cámara de seguridad de la base 
corrobora tu historia. El disparo fue accidental, y en cuanto a tu 
hermana... luego de que te fuiste un hombre apareció detrás de ella. 
No tuvo tiempo de reaccionar.""¿Están seguros que era ella?"
"No hay lugar a dudas. Todo lo confirma."
"No lo creo aún. No puedo dejar de buscarla. No importa lo que las pruebas 
digan."
"Te entiendo. ¿Te dijo tu madre del funeral?"

"Sí. Es lo mejor para ella. Ahora que cree que todo terminó podrá estar 
en paz consigo misma."
.........................................................................
La tarde había sido lluviosa. El cielo aún estaba gris. Todo parecía 
unirse como el epílogo de una tragedia que se había desarrollado en toda 
una vida.Scully vio alrededor. Unas pocas personas. Los pistoleros 
solitarios, el director Skinner, Teena y él. Nadie más. Nadie que 
derramara una lágrima por Samantha. Ni siquiera Mulder. Aún no podía 
creer que ella hubiera muerto, se resistía a ello. 
Nadie que atestiguara haberla conocido. Ni un solo recuerdo. Ni una 
palabra de aliento, como si nunca hubiera existido. Como si su vida no 
hubiera valido nada. Fuera de ellos nadie sabía de su existencia.
Era el peor castigo. Una vida anónima, una vida de mentira.
Cuando el ataúd bajo, Teena puso una flor sobre él. No lloraba, ya no 
tenía más lágrimas que derramar. Y Mulder. Sólo ella sabía el infierno 
que debía estar viviendo. La duda que lo atormentaba. Tenía que aferrarse 
a esa duda para poder seguir adelante. Buscando siempre el perdón que le 
permitiera seguir viviendo. Resistiéndose a pensar que ese perdón le 
había sido arrebatado como una última jugada del destino.
Cuando todos empezaron a marcharse él aún se quedo junto a la tumba 
que guardaba los restos de quién decían era su hermana. Scully se acercó 
y tomo su mano, no era necesario decir nada. Él sabía que siempre la 
tendría al lado, para apoyarlo, para creer en él. Ahora más que nunca 
la necesitaba. Ahora ella representaba su única verdad. Apoyo su rostro 
en su hombro y empezó a llorar. Un auto estaba estacionado cerca de allí. 
Un hombre fumaba impaciente, mientras una joven mujer observaba la escena.
"¿Pensaste que tu funeral sería así?"
"Nunca tuve muchos amigos."
"Sólo él parece llorarte."
"Es el único que nunca dejo de buscarme. ¿Crees que lo haga ahora?"
"No lo sé. Tu hermano es un hombre difícil de doblegar."
"La tiene a ella. Ahora más que nunca tiene una razón para seguir."
El agente cáncer aplastó la colilla, como si con ello pudiera destruir 
a sus enemigos.
"Debemos irnos."
"Como tu digas "papa"."
Subieron al auto. Samantha iba al volante. Se colocó unas gafas obscuras 
par evitar que él pudiera ver lo que sentía en ese momento. No le 
permitiría que también eso controlara.
Se alejaron mientras Mulder y Scully subían al auto; sin un rumbo fijo, 
pero con una meta en común. Encontrar la verdad.
Fin.

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